dissabte, 27 de febrer del 2010

Baradei y el sueño perdido del cambio

Con el riesgo de que mi traducción no sea del todo perfecta, aquí os dejo con el comunicado que, bajo el título "Baradei y el sueño perdido del cambio" el Centro de Estudios Socialistas del Cairo ha emitido sobre el afer ha sacudido la vida política en Egipto de los ultimos días.

"Desde no hace mucho tiempo el nombre de Mohamed El Baradei se empezó a asociar con la disputa por la Presidencia de la República en relación a las elecciones presidenciales del próximo 2011. Han salido voces en los medios de comunicación, particularmente en internet, que han puesto su nombre al lado de otros cómo Amr Moussa o Ahmed Zewail para candidatos a la presidencia.


Y una vez finalizado del trabajo de Baradei cómo director de la Agencia Internacional de la Energia Atómica anunció en términos inequívocos su intención de participar en las próximas elecciones presidenciales, con determinadas condiciones y garantías. La mas importante de ellas, “el control judicial completo, la supervisión internacional y la formación de una comisión independiente e imparcial que supervise el proceso electoral así cómo una nueva constitución que garantice las libertades y los derechos humanos”

Entonces, con gran entusiasmo, la opinión pública vinculó Baradei con la presidencia. Se le organizó por internet una recepción en el aeropuerto y se le pidió que luchara por su candidatura a la Presidencia. Y de forma muy precipitada, los activistas se apresuraron a organizar colectivos de apoyo para Baradei incluso antes de que éste llegara a Egipto y pedirle que crease un Consejo para la creación de una nueva constitución.


La quiebra de las fuerzas de oposición

Tal vez, el gran protagonismo que está tomando el caso Baradei se puede entender una vez visto que fue recibido por unos dos mil seguidores a su regreso al aeropuerto de Cairo y de que se hayan creado más de 50 grupos de apoyo en facebook con cerca de 100 mil seguidores para pedirle que participe en las elecciones de 2011, así como también le apoyaron los egipcios en Europa quienes anunciaron su participación en la campaña.


Entre las élites políticas de la oposición, Baradei es apoyado incondicionalmente por un gran nombre de formaciones y figuras públicas, los cuales depositan sus cargas y sueños a los pies de un nuevo candidato llamado “la esperanza de Egipto” para librarse de la dictadura Mubarak....es por eso que lo han llamado “el Zaad Zaghloul del siglo 21”.


Sin embargo la imagen de Baradei está rodeada por un impulso (el cual podría intensificarse o desvanecer en los próximos tiempos) surgido fruto del vacío político creado por la dictadura Mubarak. A través de la represión a las fuerzas de oposición y a los activistas políticos, la domesticación de los partidos oficiales convertidos en meros decorados conectados al Sistema y haber cortado el camino a las elecciones presidenciales a las figuras independientes de la oposición.


La oposición egipcia (Kefaya, los líderes de élite o las diversas fuerzas políticas de oposición) no parecen haber aprendido nada de las lecciones de los últimos 5 años. Los mimos lemas. Las mismas caras. Las mismas estrategias. La misma élite y aislamiento de la acción de masas. Las mismas divisiones. Y todos los factores que condujeron al fracaso y la degradación del movimiento de cambio suceden de nuevo. Y encima, con entusiasmo. Y toda esta bancarrota política ha empujado a las diferentes facciones de la oposición a buscar una nueva estrella y empujar tras ella. Incluso para que la alternativa liberal reforme, exclusivamente, la constitución, a pesar de sus puntos de vista sobre el proceso económico y las relaciones con el imperialismo americano y sionista.


Esto es lo que sucedió en la anterior contienda presidencial, cuando la estrella liberal Ayman Nour se presentó a si mismo cómo una alternativa a Mubarak y su hijo a pesar de no presentar ninguna política distinta en esencia y sustancia a aquellas presentadas por el Régimen gobernante.


Mientras entre las formaciones políticas, sea cual sea su nivel de radicalismo, no hay ninguna que por si sola pueda extraer las reforma democrática radical sólo a través de la adopción de demandas sociales de cambio político para así atraer a sectores de las masas oprimidas que están luchando de raíz por las demandas democráticas imprescindibles. La historia egipcia nos da diversas lecciones en ello. Por ejemplo, la creación de la primera constitución de Egipto, en 1923, fruto de la dinámica general de las masas provocada por la revolución de 1919 y los años que la siguieron.


Incluso las más simples reformas democráticas no se pueden extraer del sistema sin seguir el camino del mismo movimiento de masas. Y solo el movimiento de masas es capaz de paralizar el instrumento del estado capitalista, que es apoyado por la dictadura Mubarak, y así extraer las exigencias de reforma democrática.


En este contexto debemos acordarnos que el pueblo trabajador, desde la huelga de Mahala en diciembre de 2006, ha logrado imponer la huelga cómo un derecho inherentemente democrático. Así como lograron democracia sindical los Recaudadores de Impuestos con la creación del primer sindicato independiente en Egipto desde hace 50 años tras una larga lucha librada por 55 mil empleados.


Esta es la lección que parece que el Movimiento por el Cambio Democrático no haya aprendido en los últimos 5 años. Mientras, las élites de oposición que se mantuvieron aisladas del pueblo van a fracasar incluso en la aplicación de las más sencillas reformas que han alzado y luchado por ellas.


Que pasa con Baradei
Por lo que respeta a Baradei, se presenta a si mismo como un auténtico liberal pidiendo modificar la constitución, especialmente aquellos artículos referentes a las elecciones presidenciales, como una solución mágica a los problemas de la sociedad. Además, hasta el día de hoy no ha aclarado cual es el borrador del cambio de estos artículos y ha aplazado su candidatura a la presidencia, lo que hace que esta sea dudosa hasta hoy.


Sin embargo Baradei ejemplifica a ojos de sus seguidores la alternativa presidencial perfecta, rodeada del halo de luz del premio Nobel y el brillo del collar del Nilo (máxima distinción en Egipto). Y con el hecho de haber permanecido 12 años cómo la cara visible de la diplomacia egipcia durante los cuales lideró la Agencia Internacional de la Energía Nuclear y fue capaz de mantener las armas nucleares lejos de los “estados canallas”, según las mismas palabras de Baradei.

Debemos recordar, en este contexto, los “grandes” esfuerzos de Baradei en la Comisión de la Energía Atómica para perseguir los países “canallas” que poseen armas nucleares. Esfuerzos que no afectan ni de cerca ni de lejos ni los Estados Unidos ni Israel. Y es por eso que Baradei lideraba una organización internacional cuya única función es garantizar el monopolio de los Estados Unidos sobre la amenaza nuclear permanente contra la humanidad. Y esto, evidentemente, pone demasiados puntos de interrogación sobre la posición de Baradei respeto el imperialismo americano.


Lo que plantea serias dudas sobre la postura de Baradei respeto el sionismo y, así, con la Resistencia. Esa es una postura que ya ha manifestado en los periódicos acerca del muro de acero y respeto la soberanía egipcia y el derecho del estado egipcio al mantenimiento de la “seguridad nacional”. En una repetición del mismo discurso de los medios de comunicación del Régimen, aliados con el sionismo y hostiles a la Resistencia Palestina. Y como ejemplo, Baradei sugiere la “creación de una zona libre en Rafah en la que los palestinos entren a comprar y vuelvan otra vez”!! (conversa con Ahmed Maslamani, periódico Al Masry Al youm, Viernes 19 de febrero). Así que, lejos de hablar sobre el apoyo a la población de Gaza y todo lo que necesitan, habla sobre las relaciones de compra y venta. Y en lo que respeta al apoyo directo a la Resistencia en Gaza, las propuestas de Baradei son muy parecidas a las de los responsables israelís mismos. Lo que provoca signos de interrogación y sospechas profundas sobre la opinión del “nuevo candidato” sobre Camp David y la paz con la entidad sionista.


Los socialistas no pueden, en este sentido, apoyar a un candidato con posiciones tan ambiguas o cómo mínimo tan poco claras. Tanto en relación con el imperialismo americano, el sionismo o la resistencia. O con respeto a las exigencias sociales y las políticas económicas que rigen el destino de las masas pobres. Nosotros no queremos un presidente, un gobierno y un sistema que aplique y promueve únicamente la democracia política. Sino que también aplique políticas de lucha contra el empobrecimiento y el neoliberalismo, no solamente a través de la legislación y los artículos de la Constitución pero a través de programas que desafíen las políticas de negocio de forma clara. Así como queremos un sistema hostil con el colonialismo y el sionismo y que dé un apoyo directo a la Resistencia y sea un firme partidario de ella.


Si embargo, a pesar de todo ello, los socialistas no son completamente hostiles a Baradei. Ante todo se enfrenta a la dictadura Mubarak y a sus planes de sucesión. Nosotros apoyamos el derecho de participar de Baradei cómo candidato a presidente al igual que cualquier otro candidato de la oposición debe tener el derecho democrático de poder participar y competir con Mubarak y su hijo y desafiarlos, así cómo apoyamos el derecho del pueblo a escoger entre más de un candidato.


Pero nosotros también subrayamos que la próxima lucha no es para nada una lucha de Baradei en si misma. Es la pura tendencia liberal la que redujo la batalla a la formulación de una nueva constitución. Pero se trata de una lucha por los derechos democráticos como un elemento esencial para extraer las demandas de transformación radical de la economía y la sociedad.

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